Contra el fraude online

El e-commerce no para de crecer en México y en todo el mundo. La Inteligencia Artificial se erige como la herramienta favorita para prevenir las potenciales estafas a los consumidores.

El comercio electrónico, conocido popularmente como e-commerce, es un fenómeno que no para de crecer en México y en todo el mundo. Al mismo tiempo que la tecnología e internet se han hecho cada vez más indispensable en nuestras vidas, nos hemos amigado con la idea de comprar productos online, desde nuestra ropa, comida y entradas para recitales o el cine. Es cómodo, es fácil, es rápido, pero... ¿es seguro también? Eso es lo que muchos mexicanos todavía se preguntan a la hora de compartir datos personales y de sus tarjetas.

Primero, algunos números. Según la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), en 2018 el 38% de los compradores adquiere algún producto o servicio por internet a la semana.Sin embargo, el mismo informe muestra que 4 de cada 10 no compradores cree que el proceso de compra en línea es inseguro, además de que el 77% de los encuestados declaró tener miedo a ser víctima de fraude electrónico.

De acuerdo a datos del Banco de México, de enero a diciembre del 2018 se realizaron más de 285 millones de pagos con tarjetas en tiendas en línea. Cabe resaltar que con todo crecimiento también salen a relucir diversas actividades, a veces ilícitas, que rodean al comercio en general. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), anunció que en el mismo periodo (2018) las quejas por fraudes cibernéticos aumentaron en un 25% respecto al 2017. Con la existencia de esta latente amenaza, es importante que los comercios implementen medidas inteligentes para combatir a los defraudadores lo antes posible. Pero ¿cuáles?

Los comercios necesitan protegerse de diferentes tipos de fraude si no quieren ser víctimas de ese tipo de maniobras. Requieren soluciones avanzadas ya que los defraudadores se han vuelto más inteligentes también. 

La inteligencia artificial es una herramienta esencial en todo ejército que busca combatir el fraude en línea. Puede defender ataques de ciberseguridad al procesar grandes cantidades de información en poco tiempo y aprender a distinguir pagos y acciones que pudieran ser fraudulentas. Puede usar identificación en tiempo real, del equipo, ubicación e indicadores de conducta para valorar las transacciones mucho más rápido que una persona. Al sumar estos factores se obtiene un puntaje total de fraude y con base en este rechazar a los que parezcan cargos problemáticos.

El uso de esta herramienta tan poderosa da soluciones, pero también genera ciertos riesgos a considerar. Debido a su falta de matices, la inteligencia artificial puede marcar y rechazar acciones de clientes reales- denominado como "rechazo erróneo". De acuerdo al estudio de eCommerce realizado por eCommerce Institute y ClearSale apoyados por VTEX: de los clientes cuya tarjeta se rechaza en el primer intento de pago, el 60% simplemente abandona la compra por completo al momento de que su pago se rechaza. De los clientes que intentan ingresar su información por segunda o tercera vez, el 50% de las transacciones se vuelve a rechazar. Para los clientes leales y aquellos compradores en línea por primera vez, esto puede generar un efecto dominó, relaciones dañadas con los clientes y pérdida de compras en el futuro.

El matiz de la mente humana

La inteligencia artificial es un instrumento muy poderoso, pero termina en decisiones demasiado contundente. Es por esto por lo que los comercios deben dejar la decisión final en manos de un instrumento aún más poderoso: la mente humana. El aprendizaje automático es el indicado para hacer el trabajo pesado, pero es la intuición humana es la que debe tener entrada para encargarse del resto. Las personas altamente capacitadas son quienes deben tomar la decisión final al revisar las transacciones marcadas y en muchos casos, deberán contactar a los clientes involucrados para verificar que no ha se ha llevado a cabo una acción fraudulenta.

Esta combinación de aprendizaje automático con el matiz de la intuición humana permite que los comercios estén en una mejor posición para rechazar transacciones fraudulentas mientras respetan las realizadas por clientes reales.