El fraude es una de las mayores preocupaciones de las empresas que venden sus productos en línea. Los impactos son generalizados: El fraude en el ecommerce le cuesta a tu empresa la pérdida de mercancía, de gastos de envío y posibles contracargos. Por no hablar del daño que puede causar a la reputación en línea de tu empresa. Aunque hasta ahora hayas evitado con éxito los pedidos fraudulentos, sigues corriendo peligro.
La pandemia marcó el comienzo de una nueva era de compras en línea y, con ella, de una industria basada en el fraude. Los estafadores han ampliado su alcance, recurriendo a la tecnología de bots y creando redes de delincuencia para encontrar continuamente nuevas formas de explotar las vulnerabilidades de una empresa.
Esto hace que la lucha contra el fraude sea un asunto delicado.
Los clientes se han acostumbrado a un nivel de servicio muy alto y a una experiencia en línea que es igual o superior a la compra en las tiendas. Ya no puede confiar en un solo conjunto de reglas para anticipar y frustrar los intentos de fraude.
Las empresas deben adoptar un enfoque integral que sea ágil y pueda adaptarse al panorama cambiante del fraude. Uno de los elementos de este enfoque son los filtros de fraude.
Los filtros de fraude son las reglas que una empresa establece para evitar que los pedidos potencialmente fraudulentos se procesen en su tienda. Casi todas las plataformas modernas de ecommerce disponen de una selección de filtros de fraude. Dependiendo de cómo configures esos filtros de fraude, te advertirán de una transacción potencialmente fraudulenta o cancelarán un pedido por completo.
Los tipos más comunes de filtros de fraude incluyen los siguientes:
Este filtro controla cuántas ventas pueden enviarse a tu sitio web durante un determinado periodo de tiempo. Esto ayuda a evitar que los estafadores prueben números de tarjetas de crédito robados tras comprar listas en el mercado negro. También puede señalar cuando un estafador hace pedidos múltiples de un producto para aprovechar un descuento o una rebaja.
Este filtro compara las direcciones de facturación y envío para asegurarse de que coinciden. A menudo, los estafadores utilizan datos robados para comprar productos y enviarlos al lugar más cercano posible en un intento de eludir el proceso de revisión manual de la empresa.
Este filtro busca discrepancias entre el número CVV de una tarjeta y el introducido durante el pago. Ten en cuenta que los estafadores saben que este filtro existe y pueden incluirlo fácilmente en los datos que piratean de almacenes de datos con poca seguridad. También les resulta bastante fácil recopilar esta información cuando los delincuentes cometen fraude de apropiación de cuenta y se apoderan por completo de las cuentas de la víctima.
Este filtro busca importes de transacción superiores a los habituales. La mayoría de las empresas realizan sus previsiones en función del valor promedio del ticket, por lo que este filtro permite establecer un umbral igual o superior a dicho valor. También es una buena idea utilizar este filtro para importes de transacción inusualmente bajos, ya que podrían indicar que un estafador está probando credenciales de pago robadas e intentando pasar desapercibido.
Este filtro puede configurarse para rechazar pedidos procedentes de determinadas regiones del mundo. Por ejemplo, si sabes que ha habido una incidencia extraordinariamente alta de fraude en determinados códigos postales, provincias o incluso países, puedes impedir que se procese cualquiera de esas transacciones.
Las empresas utilizan filtros de fraude por diferentes motivos, a menudo en función de su volumen de pedidos, nivel de riesgo y recursos.
Las pequeñas empresas de ecommerce tienden a recurrir a los filtros de fraude como única táctica de prevención del fraude. En muchos casos, las pequeñas empresas tienen poco personal: quizá el propietario/fundador y uno o dos empleados, todos los cuales tienen trabajo más que suficiente para mantener la empresa en funcionamiento. Revisar los pedidos en busca de fraudes no entra en esa lista cuando su plataforma de ecommerce puede eliminar técnicamente los pedidos no válidos.
Los minoristas de ecommerce medianos y grandes suelen contar con un equipo de analistas que tienen un proceso de revisión secundario o manual de los pedidos que dan señales de fraude. Sin embargo, con la gran cantidad de transacciones que entran a diario, y más aún durante las temporadas de gran volumen, estos minoristas recurren a filtros de fraude para rechazar cualquier pedido que incluso parezca fraudulento, de modo que sus analistas puedan centrar sus esfuerzos.
El problema de ambas situaciones es que dan a las empresas una falsa sensación de seguridad.
Los filtros de fraude no están diseñados para ser la panacea de la prevención del fraude. Hay demasiados factores y, francamente, los estafadores se han vuelto demasiado hábiles en su profesión. Como resultado, los filtros de fraude presentan una serie de problemas.
Las empresas tienden a superponer filtros de fraude en un intento de superar a los estafadores, pero esas reglas superpuestas pueden crear caos. De hecho, los filtros de fraude superpuestos pueden anularse entre sí, lo que deja a la empresa expuesta a un fraude desenfrenado.
Los filtros de fraude también exponen a las empresas a errores garrafales.
El hecho de que un pedido parezca sospechoso no significa que sea un fraude.
Por ejemplo:
Puedes ver a dónde vamos con esto. La posibilidad de confundir a clientes legítimos con estafadores es alta cuando los filtros de fraude son tu única táctica.
Esos errores, cuando los filtros de fraude rechazan incorrectamente transacciones válidas, dan lugar a rechazos erróneos. Para las empresas medianas y grandes, los rechazos erróneos son un verdadero problema. Suceden cuando a los clientes legítimos que esperan ser aprobados no se les permite realizar compras. La vergüenza y las molestias pueden ocasionar consecuencias negativas e incluso el enfado de los clientes.
En nuestra investigación original, “Estado de las actitudes de los consumidores con respecto al ecommerce, el fraude y la experiencia del consumidor durante 2021”, el 40 % de los clientes afirmaron que nunca volverían a comprar en un minorista en línea después de haber sido rechazados. Y hasta un 34 % llevará sus frustraciones un paso más allá y compartirá su descontento en las redes sociales. Esto supone un grave problema para la reputación de la marca de una empresa.
Si se tiene en cuenta el gran número de competidores que hay en el mercado en línea actual, perder el valor de por vida de los clientes por un error evitable sale muy caro: por cada USD 1 en rechazos erróneos, una empresa de ecommerce pierde USD 13.
Los filtros de fraude contribuyen sin duda a la prevención del fraude, pero deben configurarse y utilizarse con eficacia.
Tu proceso de prevención del fraude debe estar diseñado para analizar detenidamente cada transacción, sin importar su tamaño, así como para monitorear el panorama general de las transacciones entrantes. Un único pedido pequeño puede no ser muy preocupante, pero cientos de pedidos pequeños que llegan al mismo tiempo indican claramente un patrón de fraude y deberían hacer saltar la alarma.
Aunque no es aconsejable utilizar los filtros de fraude como única táctica de prevención del fraude, desempeñan un papel fundamental en una estrategia global de prevención del fraude. En concreto, los filtros de fraude pueden ayudar a señalar los pedidos sospechosos que caen en el área gris de “podría ser fraude, pero podría no serlo”. Estas transacciones deben revisarse para determinar cómo deben gestionarse.
Cuando las empresas utilizan filtros de fraude como primer paso en su proceso de prevención del fraude, pueden disminuir el número de rechazos erróneos que amenazan su reputación y sus ingresos y aumentar sus tasas de aprobación.
Mejor aún, las empresas que trabajan con un proveedor de prevención del fraude pueden encontrar una solución fácil de implementar (para las pequeñas empresas) o conseguir un socio que las ayude a comprender la mejor forma de utilizar los filtros de fraude.
Quieres aprobar el mayor número posible de pedidos, y deberías poder hacerlo. La pregunta es: ¿tienes la solución o los recursos para hacerlo posible?
En ClearSale, utilizamos un modelo híbrido de prevención del fraude que incorpora varios elementos:
Para las pequeñas empresas, la tecnología de aprobación automática combinada con sus filtros de fraude puede eliminar casi por completo la necesidad de que su equipo revise los pedidos. Las empresas medianas y grandes se benefician de una combinación de servicios, ya sea como extensión de sus equipos de fraude o para ayudarlas a gestionar el aumento de pedidos durante las temporadas altas.
Si te mantienes alerta mientras trabajas con un proveedor externo de confianza como ClearSale, podrás proteger mejor tus ventas, ganancias y clientes frente al fraude con tarjetas de crédito y otros tipos de abusos comerciales. Si deseas más información, ponte en contacto con nosotros hoy mismo.