Prevención del fraude desde la perspectiva mexicana

México está posicionado como el segundo mercado más grande para el ecommerce en Latinoamérica sólo después de Brasil y es uno de los países con más rápido crecimiento en este sentido. Sin embargo, el fraude es un gran problema que ataca la penetración del ecommerce en la mayoría de la población.

En diversos aspectos, el fraude en ecommerce en México es similar al de Estados Unidos y otras partes del mundo. Los defraudadores buscan productos que son fáciles de revender. Estos incluyen productos de alta demanda como smartphones, pantallas, consolas de videojuegos, laptops y relojes.

Sin embargo, también es frecuente el fraude con productos o servicios de bajo costo. En julio de 2018, cerca de la mitad de las quejas relacionadas con ecommerce en el país sucedieron por cantidades menores a 200 pesos, relacionadas compras digitales, como descargas, música y películas o servicios de transporte privado como Uber.

Por ello, para prevenir el fraude, las compañías tienden a estrictos controles de aprobación para compras, los cuales efectivamente pueden prevenir el fraude, pero también pueden bloquear las transacciones legítimas. Es así que cerca del 14% de las órdenes en México son rechazadas debido a sospecha de fraude y 2.2% de las ventas resultan en contracargos -ambas cifras de las más altas en toda Latinoamérica-. A pesar de ello, aproximadamente el 80% de las compras online en México son legítimas.

En general, las tasas de contracargos en México han alcanzadoo tres veces el promedio global, mientras que la tasa de falsos positivos excede por dos veces el promedio global.

Respecto a la experiencia de los mexicanos con el fraude, 1 de cada 3 compradores online afirman que han sido víctimas de fraude electrónico. Mientras que 78% de los usuarios de internet en México dice que le preocupa mucho el robo de identidad debido a las, cada vez más frecuentes, violaciones de datos e información personal filtrada. Además, los mexicanos son escépticos de comprar en línea con tarjetas de débito. 28% de los mexicanos cree que los sistemas de seguridad de los bancos para transacciones online son insuficientes.

Mientras que las tarjetas de crédito han sido tradicionalmente las más susceptibles al fraude (contando 48% del total de casos de fraude en 2014), el rápido incremento de alternativas de pago en efectivo ha provocado que los defraudadores exploren nuevas formas de aprovechar las vulnerabilidades. Como resultado, el fraude con tarjetas de débito ha incrementado sustancialmente en los últimos años en el país, pasando de un 6 a un 17% en 2015.

Con el fin de proteger a los comercios contra el fraude en México, una solución antifraude debe detener a los cada vez más sofisticados defraudadores, mientras proveen un experiencia de compra sin fricciones y sin frustraciones para los compradores genuinos, cuidando aspectos como correos electrónicos recientemente creados que comparten rasgos con direcciones fraudulentas; compras frecuentes de productos de alto riesgo; velocidad de compra rápida, con artículos y cantidades cambiantes; direcciones de entrega ubicadas en áreas de alto riesgo o áreas que no existen; datos que cambian de un pedido a otro, y direcciones IP que se encuentran en diferentes estados de las direcciones de facturación y entrega.